En abril de 1979, el R. P. Jorge Alberto Fourcade asume la conducción de la Universidad. Durante su gestión, se termina de construir la primera etapa del edificio de la Facultad de Medicina y la Facultad de Ciencias Agropecuarias.

La Biblioteca de la Facultad de Medicina fue inaugurada en el año 1984, gracias a la dedicación de un grupo de estudiantes de sexto año, al apoyo del resto del alumnado y al aporte realizado por los estudiantes del Centro Gregorio Marañón (rifas, colectas, etc.). Todo ello permitió instalar la Biblioteca y la Sala de Lectura con una capacidad para 15 usuarios.

Se adaptaron las antiguas salas que pertenecían a Anatomía Patológica y se ubicaron todos los libros pertenecientes al área de medicina que estaban en la Biblioteca Campus.

En el año 1985, el R. P. Miguel A. Moreno S. J. asume como rector. La nueva autoridad lleva adelante, entre otras cosas, la construcción de la segunda etapa del edificio de la Facultad de Medicina.

Durante ese mismo año, la construcción de la última etapa de los laboratorios de fisiología y química ocupa el lugar de la Biblioteca de la Facultad, razón por la que ésta es trasladada a la antigua Sala de Profesores.

A fines de 1991, se inicia la ampliación de la Facultad. Esta obra incluyó un edificio con:

– Sótano -para depósito y museo-.

– Planta baja -con un bar y un aula-.

– Primer piso -donde en principio funcionaron dos aulas y un laboratorio-.

– Segundo piso -con un aula, la Biblioteca con Sala de Lectura y un laboratorio-.

Finalmente, en abril de 1993 la Biblioteca es trasladada a su ubicación actual, en el segundo piso de la Facultad, y se comienza el proceso de automatización.

Su función es atender las necesidades de información, relativas al campo de las Ciencias de la Salud y disciplinas relacionadas, así como las demandas de estudiantes, docentes, médicos, residentes e investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud y de la Clínica Reina Fabiola.

En el segundo piso, junto con el Centro de Cómputos, se establece el Centro de Información y Documentación P. Dr. Tomás Falkner, sj.

En la actualidad, la Biblioteca cuenta con un acervo bibliográfico de 8.000 volúmenes y con una amplia colección electrónica de revistas científicas en texto completo. Ofrece servicios de préstamo a domicilio y en Sala de Lectura, préstamos interbibliotecarios, formación de usuarios, búsquedas bibliográficas y entrega electrónica de documentos; obtención de artículos de revistas científicas, elaboración de bibliografías, referencia e información bibliográfica, acceso al catálogo en línea, acceso a Internet, acceso a libros electrónicos, consulta a bibliotecas digitales, acceso a revistas electrónicas en línea y búsquedas bibliográficas aranceladas para usuarios externos.

 

Es integrante de la Asociación de Bibliotecas Biomédicas Argentinas  (ABBA) y miembro de la Red de Bibliotecas Biomédicas Argentinas (BIBLIOMED).

En el año 2006, se incorpora a la Red Nacional de Información en Ciencias de la Salud (RENICS).

 

Dr. Tomás Falkner, sj.

Tomás Falker nació en Manchester, en 1702. Se graduó de médico en Londres. La Royal Society lo comisionó para que se trasladara al Río de la Plata, para estudiar las propiedades curativas de las hierbas americanas, y fue designado médico y cirujano de una embarcación negrera. En 1730 arribó a Buenos Aires y dos años más tarde viajó a Córdoba, donde ingresó en el noviciado de la Compañía de Jesús; fue ordenado sacerdote en 1740. Entre esa fecha y 1767, Falkner fue el gran médico con que contaron los pueblos rioplatenses. Efectuó numerosos viajes por nuestro territorio, pero fue en Córdoba donde se destacó en mérito a su capacidad científica. Su figura convocó a numerosas personas que recorrían largas distancias para curar sus enfermedades o aliviar los dolores que padecían a través de la terapéutica aplicada por él, mediante drogas obtenidas de plantas de nuestro suelo. Sobre el tratamiento por medio de hierbas escribió una extensa obra que, desgraciadamente, se ha perdido. En junio de 1767, cuando se produjo la expulsión de los jesuitas, embarcó con unos cuarenta jesuitas rumbo a Europa; durante su estadía en la ciudad de Cádiz, llamó la atención de los círculos científicos por su capacidad médica. Murió en enero de 1784, en Plowden Hall.