El Honorable Directorio de la Universidad Católica de Córdoba, en su reunión del jueves 15 de abril del 2004, decidió que la biblioteca construida en el campus lleve el nombre del P. Jean Sonet, sj quien fue un incansable promotor de esta Universidad, desde sus inicios hasta que falleciera en Bruselas, el 30 de noviembre de 1987.
Aceptar la premisa de que la biblioteca representa el corazón de la universidad implica, necesariamente, reconocer el papel ineludible de la misma en el cumplimiento de los fines educativos y de investigación que la Universidad se propone. A lo largo de la historia, los edificios de las bibliotecas han evolucionado en función de los cambios sociales, de los materiales de construcción y de la manera de entender la misión de la biblioteca.
Antiguamente, los edificios eran compactos, con un único espacio para todo, con estanterías murales cerradas y construidos en base a ciertas funciones y roles fijos de las bibliotecas. Su única función consistía en almacenar y conservar los documentos. Más tarde, se desarrolla la concepción de la biblioteca tripartita: usuarios, libros y bibliotecarios, enlazados mediante el catálogo y ubicados en salas de lectura, depósitos y despachos, respectivamente.
En la actualidad, nos encontramos en presencia de una biblioteca abierta a los usuarios, con espacios accesibles, flexibles, bien comunicados y con servicios organizados y pensados en función del lector. De esta manera, las bibliotecas dejan de tener la única función de conservar documentos, transformando sus funciones actuales, cuyo énfasis está puesto en organizar, clasificar, recuperar y difundir la información.
Para responder a las necesidades educativas e informativas de la sociedad actual, la Biblioteca UCC ha crecido cualitativa y cuantitativamente, ampliando la variedad de soportes de sus documentos (libros, publicaciones periódicas, diarios, mapas, láminas, fotografías, casetes, videos, CD-ROM, DVDs, disquetes, etc.). Asimismo, se han incrementado los servicios que se ofrecen y la forma de acceso a los mismos, aprovechando las ventajas de las nuevas tecnologías.
A medida que la biblioteca avanza hacia la era digital, su rol cambia constantemente: nuevas formas de comunicación y acceso a la información, nuevos servicios, educación a distancia, etc. Sin embargo, la idea de la sociedad sin papel y, en consecuencia, de la biblioteca sin papel, todavía está lejos de concretarse. La transición hacia la biblioteca totalmente digital es más lenta de lo esperado. Cientos de libros y publicaciones periódicas aún se editan en papel.
Debido a que los libros seguirán conservando su formato impreso y las computadoras serán cada vez más idispensables para la investigación, el diseño de la Biblioteca deberá contemplar la coexistencia entre las colecciones impresas y digitales, y la integración de los servicios digitales y tradicionales en función de las necesidades de los usuarios de la Biblioteca. En el siglo XXI, el desafío de la nueva Biblioteca UCC es proveer acceso a la información en todos los formatos y desde cualquier lugar. Razón por la cual, un buen diseño debe permitir la armonía entre las colecciones y funciones tradicionales, y los nuevos servicios y tecnologías.
Apoyando la misión de la Universidad en la evangelización de la cultura, la nueva Biblioteca UCC se propone respaldar al mundo académico e intelectual para obtener una presencia más activa y crítica, con opinión fundada, analítica y solidaria sobre los problemas de nuestra sociedad latinoamericana, de nuestro país, de nuestra provincia y de nuestra ciudad.